Las perspectivas para el sector
de la compraventa de viviendas son muy positivas para 2018 ya que se estima que
el número de operaciones crecerá un 18 %. En este sentido, el crowdlending
inmobiliario puede constituirse en una de las alternativas a la inversión a partir de estos momentos debido a la
debilidad que han mostrado los mercados de renta variable. Con caídas en
algunos de los índices bursátiles más relevantes de más del 10 %. Desde esta
perspectiva, el crowdlending es una inversión colaborativa que permite invertir
pequeñas cantidades de dinero en proyectos inmobiliarios, tanto en operaciones
de compra como alquiler de viviendas
Puede decirse que el denominado crowdlending
inmobiliario es una nueva tendencia que se ha instalado en el sector de la
inversión, pero con unos planteamientos sensiblemente diferentes con respecto a
los tradicionales. Basa su estrategia en posicionarse en el sector inmobiliario, pero sin realizar
excesivos esfuerzos monetarios, y conjuntamente con otros inversores con las
mismas características. Con el objetivo de participar en los beneficios de la
compra de cualquier inmueble (viviendas, locales o incluso oficinas).
Como consecuencia de esta estrategia,
estas operaciones son más fáciles de cumplimentar ya que debido a los bajos
importes que requiere su inversión permite el acceso a prácticamente todas las
economías domésticas. No en vano, se puede acceder desde únicamente 1.000 euros en algunas plataformas de estas
características. Con la posibilidad de que el retorno puede alcanzar en torno al 10 %, con un plazo de permanencia
que puede oscilar entre 6 y 16 meses aproximadamente. A través de un modelo de
inversión que destaca en estos momentos por su completa innovación.
Crowdlending: aprovecharse del
sector
Todo ello, en un contexto como el
actual, en donde el mercado inmobiliario está en franca progresión en España.
Formando parte muy activa en el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB)
que cerró el pasado ejercicio con un
alza del 3,1 %. Aunque recientemente desde el Fondo Monetario Internacional
(FMI) se haya rebajado sus previsiones hasta el 2,4 % para el 2018. En este
sentido, los usuarios pueden aprovecharse de las ventajas de que el sector
inmobiliario es uno de los más potentes de la economía nacional. Por encima de
otros segmentos estratégicos, como por ejemplo el eléctrico o incluso el
bancario.
Las perspectivas del sector son
claramente positivas a tenor de los datos aportados por el reciente informe Mercado Residencial en España que ha
sido elaborado por Servihabitat. En el que se pone de manifiesto que la compraventa de viviendas crecerá más de
un 18 % en 2018, por encima de las 550.000 operaciones. Una cifra que invita a
la inversión a través de la adquisición de inmuebles y de forma indirecta en
los valores del sector inmobiliario que
cotizan en la renta variable española.
Financiación de proyectos
Pero si no se dispone del poder
adquisitivo para hacer frente a estas operaciones siempre quedará el recurso de
optar por el crowdlending inmobiliario. Aunque con una serie de sombras que
serán necesarias advertir para prevenir posibles
incidencias en la inversión. En donde quizás el mayor riesgo de estas
operaciones reside en el hecho de que este es todavía un mercado incipiente en
España. En donde las plataformas en donde invertir el dinero son todavía
minoritarias y se mueven con unos modelos de negocio un tanto diferentes unas
de otras.
Esta estrategia tan innovadora permite
a los grupos inversores la financiación de proyectos que tienen relación con el
sector inmobiliario, sin acudir a las líneas de crédito que ofrecen las
entidades financieras. De esta manera, consiguen eliminar una serie de gastos en sus operaciones que les
reduce el coste de los proyectos. No en vano, son los pequeños inversores
quienes se la ofrecen para que puedan ser recompensados por medio de una rentabilidad
que puede alcanzar el 15 %. En cualquier caso, más complicada de obtener a
través de los mercados de renta variable y totalmente imposible en la renta
fija o productos bancarios (depósitos a plazo, pagarés o planes de ahorro).
Rendimiento de las operaciones
No obstante, no es un rendimiento
fijo todos los años, ni tan siquiera en meses. Sino que por el contrario,
depende de la evolución en el precio de
la vivienda. Este es uno de los principales motivos por lo que se genera
unas notables oscilaciones de unas operaciones a otras en función del momento
en que se invierte el dinero. No siempre es el mismo y por tanto hay que
aprovechar la tendencia alcista del mercado inmobiliario para mejorar el
interés. Mientras mayor sea el crecimiento económico más altos serán los
beneficios que obtengan los inversores. A través de una horquilla de rentabilidades
que oscilan desde el 2 % al 15 %.
En cualquier caso, otra de las
características más relevantes del crowdlending inmobiliario reside en que
abarca toda clase de proyectos
inmobiliarios, desde la compra de inmuebles hasta los pisos de alquiler.
Desde los pisos ubicados en el centro de las grandes poblaciones a otras
propuestas inmobiliarias que salen de nuestras fronteras para invertir en el
siempre socorrido ladrillo. Como por ejemplo, en Italia, Francia u otros países
de nuestro entorno más próximo. Aunque en cualquier caso, con un rendimiento
muy parecido al generado en las inversión de nuestro país.
Registradas en la CNMV
Se requiere esperar un poco
tiempo para obtener los beneficios estimados, entre seis meses y tres años
aproximadamente. Este es uno de los inconvenientes que conlleva esta inversión.
Aunque el más importante se deriva de la poca transparencia que puedan aportar
las plataformas de crowdlending. Para subsanar este posible problema, los
inversores tendrán que cerciorarse de que estas empresas estén registradas en la Comisión
Nacional del Mercado de Valores (CNMV). No en vano, es la mejor estrategia
para evitar incidencias en las operaciones.
Además,
este modelo colaborativo de
inversión no permite realizar grandes inversiones. Sino que por el contrario,
las aportaciones mínimas oscilan entre 50 y 10.000 euros. A no ser que el
inversor esté acreditado y en cuyo caso estará en condiciones de superar estos
márgenes. Aunque para ello será necesario que aporte una solvencia en sus cuentas
personales. Como por ejemplo, tener unos ingresos anuales de más de
50.000 euros y un patrimonio financiero superior a 100.000 euros. A partir de
este momento ya solamente quedará elegir el proyecto inmobiliario que pueda ser
más rentable, en función de su ubicación y de las características del proyecto.
Sin alternativa a la inversión
A partir de este momento deberás
ser tú mismo quien determine si te merecerá o no la pena invertir el dinero en
esta alternativa a la inversión que es un tanto especial. Con sus riesgos y
ventajas, pero que en cualquier caso puede ser interesante en un momento en que
realmente no hay opciones para la inversión. Porque en efecto, los productos de renta fija apenas ofrecen
un rendimiento por encima del 1 %, a pesar de que sea fijo y esté garantizado
en todas las situaciones.
Mientras que por el contrario, la
renta variable ha dejado los márgenes de rentabilidad de que gozaba entre los
años 2013 y 2017 y puede entrar en una espiral bajista muy peligrosa para tus
intereses personales. En este sentido, no puedes olvidar que el selectivo de la
bolsa española puede despedir el año con caídas por encima del 10 %, mientras que el Eurostoxx 50 se está dejando
en este año casi el 10 % de su valoración. Hasta el punto de decirse que la
renta variable ya no es tan rentable como en otros ejercicios. Aunque todavía
no se sepa con cierta certeza hasta donde llegará esta situación en los
mercados de renta variable.
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