A lo
largo de nuestras vidas hemos podido ver muchísimas películas y series animadas
y no animadas donde los robots eran protagonistas o personajes secundarios que
actuaban a modo de deus ex machina y salvaban la situación de los
héroes. Pero estos robots no son algo ya propio de los formatos televisivos,
sino que han venido al mundo real para quedarse.
Así
pues, la irrupción progresiva -y en algunos casos desmedida- de los robots se
ha hecho más que presente a medida que han pasado las décadas, sobre todo en
los trabajos de clase media donde hay un gran número de trabajadores. ¿Qué
produce esto? Desgraciadamente, despidos. Esto se debe a que muchas industrias
están viendo los beneficios que pueden obtener de las máquinas frente a los
empleados ya que, según el comparador financiero wannacash.es,
las máquinas pueden llegar a reducir los gastos en algunos casos como
Corea en un 33% o un 25% en Japón. Por lo tanto, se podrían plantear eliminar a
mucha plantilla de trabajadores, ya que las máquinas, además de esto, pueden
estar en funcionamiento las 24 horas del día.
Es
por esto último que también muchos expertos se afanan en bautizar el futuro
robótico como la próxima Revolución Industrial, pues el modus operandi se puede
extrapolar de forma casi total al panorama actual. Así pues, los empleados de
ingresos medios se ven superados por las máquinas en lo que a valoración y
productividad se refiere. Algunos expertos y estudiosos estadistas alegan
que lo que principalmente va a influir es la formación en lo tecnológico, ya
que un alto porcentaje de personas no saben afrontar tareas básicas frente a un
ordenador, lo que les deja a las empresas las cosas más fáciles para decidirse
a colocar una máquina que le sustituya a él y a sus compañeros.
Se
estima que la automatización será tal que, frente a los casi 800.000 robots
introducidos en el año 2017, en los próximos años se incrementarán de tal forma
que llegarán a superar las 1.300.000 unidades.
¿Ayuda
o supremacía? ¿A qué han venido los robots?
Comentarios
Publicar un comentario