Las personas desempleadas tienen realmente difícil acceder a cualquier vía de financiación, a no ser que aporte un patrimonio personal que avale suficientemente la operación. No obstante, hay algunos créditos que que si pueden formalizarlos, sin ninguna limitación. Se tratan de los préstamos muy rápidos que se encargan de comercializar las plataformas financieras a través de Internet.
Sus adelantos son muy pequeños, entre 500 y 800 euros como importe máximo. Y en cualquier caso bajo unos tipos de interés más expansivos que en los créditos tradicionales, que en algunos casos suelen rebasar la barrera del 20%. Y que por otra parte, cuentan con unos plazos de amortización excesivamente rápidos, en no más de 1 o 2 meses, a no ser que incurran en una penalización severa por esta demora.
Varias son las entidades de financiación que permiten a estos usuarios dotarse de una pequeña línea de crédito para afrontar algunos de sus gastos, a través de una formalización casi instantánea, en pocas horas desde su solicitud.
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