No solamente pueden suscribirse cuentas en euros, como
habitualmente hacen gran parte de los usuarios bancarios españoles, sino que son admitidas en otras divisas (dólar
norteamericano, franco suizo, libra esterlina o yen japonés, entre las
principales monedas admitidas a cotización). Pero hasta qué punto es rentable
abrir una cuenta con monedas extracomunitarias. Pueden constituir una operación
muy interesante ante la fuerte actividad de los mercados monetarios, que
influyen en que el interés sea mayor si la elección es la acertada. Pero, por
el contrario, los riesgos que se contraen también son muy acusados.
No obstante, este tipo de operaciones topa en primer lugar
con una seria desventaja que reside en que su contratación exige unos gastos por el cambio de una divisa a otra (si la
operación se desarrolla en territorio nacional), con los que habrá que
amortizar estos efectos a través de una buena elección que mejore las
condiciones con respecto a las cuentas basadas en el euro. Desde este punto de
vista el usuario deberá tener muy claro por qué divisa decantarse y en base a
unos criterios sólidos y objetivos, contando para ello con el asesoramiento de
su banco.
La rentabilidad de esta operación vendrá determinada por los beneficios de las fluctuaciones del
mercado (a través de sus cambios diarios) y de los diferenciales en los
tipos de interés, que serán los que finalmente dicten la conveniencia o no de
contratarlas. También ayudará a lograr este objetivo el posicionamiento en una
moneda que atienda a los objetivos anteriormente mencionados. Con un importante
inconveniente, eso sí, que la moneda que puede ser rentable en un momento
determinado, puede ser lo contrario en otro.
¿Cuándo pueden ser
más rentables?
Estas cuentas pueden ser contratadas en cualquier divisa
admitida a cotización, que en la práctica se reducen a las representativas de
las principales economías del mundo. No trate de abrirla en wons surcoreanos,
por ejemplo, porque con toda seguridad su entidad no se lo permita, al no
operar con estos activos financieros. A partir de una selección razonable y
equilibrada habrá la oportunidad que sea rentable la operación, aunque sin
garantizar rentabilidad alguna. Pero, ¿en qué situaciones?
·
Movimiento
en los mercados: cuando las fluctuaciones del mercado beneficien a la
moneda elegida para conformar nuestra cuenta, a través de un cambio más
rentable para nuestros intereses.
·
Exposición
a otros países: en los casos, en que los usuarios tengan que realizar
muchas operaciones con el país emisor de la divisa contratada: traspasos,
transferencias y pagos en general. De esta manera se evitarán las comisiones
por cambio de divisa y no se elevarán los gastos.
·
Divisas como
refugio: actuando sobre monedas sólidas en situaciones de gran
inestabilidad monetaria, financiera y económica, y capaces de resistir a las
situaciones más complejas de los mercados.
A partir de este momento, los clientes que suscriban
estas cuentas, se permitirán el lujo de cubrir
posibles riesgos de cambio. Siempre por medio de una oferta que está
abierta a las predilecciones y necesidades inmediatas de los clientes. Y cuyo
control podrán realizar correctamente, como si de una cuenta en euros se tratase,
ya que recibirán información periódica de su banco sobre su evolución. Además se
podrá acceder a la gestión de su cuenta a través del servicio de banca a distancia
o por internet, desde donde podrán consultar saldos y movimientos o realizar
transferencias, entre otras operaciones.
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