El Impuesto sobre la Renta de Personas Físicas o IRPF es un impuesto
personal que está diseñado para grabar
la renta de todos los residentes de España durante el período de un año
natural. Es un impuesto de modalidad progresiva. Esto quiere decir que a medida
varía las ganancias de un ciudadano, la cantidad del IRPF también variará. Si una persona genera más ingresos debe tributar con un
porcentaje superior. ¿Pero cuáles son las partes de las que se compone su base
imponible? ¿Cuáles son los diferentes tipos impositivos que se aplican según tu
renta? El comparador financiero y de préstamos
rápidos con ASNEF WannaCash.es te lo explica a
continuación:
•
Rendimientos laborales: La parte más habitual que integra este impuesto
está formada por los rendimientos económicos obtenidos por el trabajo. Sin
embargo, no todos los rendimientos laborales están sujetos al IRPF, sino
aquellos que se generan como empleado o trabajador a cuenta ajena dentro de una
empresa. Si por el contrario estamos hablando de los ingresos generados a
partir de una empresa o negocio propio estos quedan excluidos.
•
Los rendimientos que forman parte del capital mobiliario:
Entendemos por
rendimientos de capital mobiliario aquellos que se generan a partir de la
adquisición de participaciones o dividendos dentro de los beneficios de
cualquier negocio.
•
Rendimientos que forman parte del capital inmobiliario: Hacen referencia a todos aquellos
ingresos que se originan mediante elementos de tipo no tangible. Algunos
ejemplos son el arrendamiento de locales o subarrendamientos de propiedades.
•
Rendimientos procedentes de actividades económicas
derivadas de un trabajo por cuenta propia: Dentro de esta categoría se incluyen
tanto los ingresos derivados de una actividad empresarial (trabajo) como el
capital que forma parte de un negocio por cuenta propia y que está orientado a
la generación de ingresos. Sin embargo, por cada parte de la base imponible se
pueden deducir aquellos costes que están relacionados con la actividad.
Los tipos impositivos
Un tipo impositivo es una cantidad fijada por ley que debe aplicarse para
la cuantificación de una cuota impositiva a pagar. En España, el tipo
impositivo varía dependiendo de cuál sea el grado o la cantidad de ingresos que
se hayan generado a partir de la base imponible. El tipo impositivo sólo se aplicará a aquellos casos en los que existan
rendimientos anuales de una cuantía superior a 9.000 euros. A medida que la
cifra se incrementa el tipo impositivo varía:
•
Desde 9.000 a 17.360 euros anuales: El tipo impositivo es una retención del 24%.
•
Desde 17.360 euros anuales hasta 32.360: Se aplica un tipo de 28%.
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Cuando la cifra se sitúa entre los 32.360 hasta los 52.360: El tipo
impositivo es del 37%.
•
En
importes que sobrepasan los 52.360 euros anuales: Se
deberá de pagar un tipo marginal del 43% sobre el total.
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