El
objetivo de cualquier inversor en bolsa no es otro que obtener la más alta
rentabilidad a través de sus ahorros, cuanta más mejor. Más no es una labor
sencilla de llevar a la práctica debido a las especiales características de
este mercado financiero. A través de la experiencia adquirida, y tras muchas
operaciones fallidas, puede llegarse a un punto en donde los pequeños
inversores tendrán más fácil llegar a sus planteamientos iniciales para
rentabilizar su patrimonio. Pero no menos cierto, es que tras la importación de unas sencillas pautas de comportamiento se
podrá, al menos, cometer menos errores.
Asimismo,
habrá que planificar nuestra inversión
a partir de unas demandas mínimas con respecto a los objetivos a cumplir:
cuanto queremos ganar, que nivel de pérdidas podremos asumir, el período de
tiempo que podrá aguantarse hasta cerrar las posiciones… Una vez delimitadas correctamente
nuestras preferencias, será el momento de entrar en los mercados bursátiles,
pero no de cualquier forma ni en todos los momentos, sino por medio de un
cierto aprendizaje en los mercados de renta variable, que será el que
finalmente nos ayude a formalizar con éxito la operación.
Será
determinante el momento actual de los
mercados bursátiles (alcista, bajista o neutro), pero también otras situaciones
de las que depende nuestra elección, que van desde un análisis técnico de los
valores, a otras más propias de aspectos coyunturales en la evolución de la
economía, sin olvidarse de los errores estratégicos que pueden evitarse si se
siguen rigurosamente los consejos.
Tampoco
pueden desdeñarse otros parámetros, aún más convincentes, basados en la
aplicación de certeras estrategias para mejorar nuestras posiciones en renta
variable, y que globalmente incidirán, en que al cabo de un período de tiempo
no excesivamente dilatado, presenten amplías plusvalías que inviten a los
ahorradores a cerrar sus posiciones, es decir, vender.
10 consejos para optimizar nuestra
inversión
Si
los pequeños inversores quieren limar asperezas en cuanto a los hábitos que
generan en su inversión, no habrá mejor escenario para llevarlos a cabo que
siguiendo una serie de recomendaciones que les ayuden a canalizar correctamente
sus inversiones, y que parten de las siguientes actuaciones:
- Esperar
su oportunidad: no es necesario
invertir continuamente y en todos los escenarios económicos. Hay que
aguardar a que llegue nuestro momento desde una posición de liquidez, que
permita realizar la compra de acciones con las mejores garantías (y
precios), para que puedan generarse las máximas plusvalías.
- Inclinarse
por mercados alcistas: debe aprovecharse
la tendencia alcista de los mercados para formalizar las compras
selectivas, ya que es el escenario natural e idóneo para rentabilizar nuestros
ahorros.
- Con los
ahorros no necesarios: invirtiendo
solamente aquel dinero que no se va a necesitar durante mucho tiempo, y de
esta forma no tengamos que preocuparnos si la inversión no se desarrolla
como se había previsto inicialmente.
- Superación
de las resistencias: desarrollar
las compras una vez se hayan superado las resistencias en la cotización de
sus precios, y por el contrario, abstenerse de estas operaciones si se
rompen los soportes. Será una de las estrategias más fiables para
consolidar nuestras posiciones en los mercados bursátiles.
- Optar
por valores sólidos y fiables:
será misión de los inversores detectar los valores más sólidos en los
mercados y, con las cuentas empresariales lo más saneadas posibles, para
conformar una cartera de inversión con la máximas garantías posibles.
- Diversificar
la cartera: se trata de una de las
mejores maniobras para mitigar posibles pérdidas, ya que es preferible
repartir el ahorro en varias compañías que en una sola, donde el riesgo
será sensiblemente mayor.
- Abrirse
a los canales de información:
bajo ningún concepto deberán comprarse acciones sin disponer de ningún elemento
de análisis, ya que probablemente la operación irá destinada al fracaso.
Por el contrario, este proceso será más efectivo si se atiende a las
recomendaciones de los expertos bursátiles o a los consejos que emiten
regularmente los intermediarios financieros.
- Mayor
precaución con los valores de alto riesgo: su elección deberá realizarse con mayor sigilo,
especialmente si parten de los inversores más inexpertos, que deberán
valorar la conveniencia o no de contratar valores muy especulativos y con
poca liquidez, en donde las ganancias que podrán obtenerse son enormes,
pero las pérdidas también cuantiosas.
- Retirarse
a tiempo: es recomendable no
apurar la tendencia alcista en las cotizaciones de los valores, aplicando ese
viejo refrán que tanto éxito proporciona a los bolsistas con mayor
experiencia, y que alude a “que el
último euro se lo lleve otro”.
- Receptivos
a las señales de compra: habrá
que estar al tanto de los avisos que den los mercados sobre si es momento
o no para invertir, y que fundamentalmente provendrán de los gráficos:
tendencia, niveles de sobreventa, soportes, resistencias, etc. Y que en
todos los casos serán los que dictaminen las empresas susceptibles de
nuestro apetito bursátil.
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