El
impacto de las nuevas tecnologías en nuestra vida diaria se ha hecho notar en
absolutamente todos los ámbitos de la vida. Tanto a la hora de buscar un
trabajo o crear una empresa, como llegado el momento de acceder a unos
estudios, alquilar una vivienda o crear un diario personal de opinión, no
podemos evadirnos de la realidad de internet. De hecho, no queremos.
Internet
ha mejorado en todos los aspectos posibles nuestra realidad, pues nos ha
permitido tener el mundo en la palma de la mano. Aunque no podamos estar
físicamente presentes en la otra punta del planeta, sí podemos saber qué ocurre
allí en todo momento. Las barreras geográficas han desaparecido por completo y
eso es algo que ha revolucionado el mundo.
La
economía, según indica el comparador financiero y de créditos sin nómina y con Asnef WannaCash.es,
es uno de los sectores en los que más se ha notado este cambio de paradigma en
las telecomunicaciones. Los negocios encuentran en el mundo online una
oportunidad magnífica de segmentar mediante poderosas herramientas de software
y de llegar a una base de clientes potenciales de cualquier país. También han
aparecido nuevos conceptos que tienen su origen en esta nueva forma de comunicarse
con el resto de seres humanos. De lo que vamos a hablar es de la economía
colaborativa o sharing economy, una realidad financiera que está empezando a
ganar terreno en España y que ha aumentado su porcentaje de influencia en un
buen número de grandes potencias.
La
economía colaborativa es una forma de obtener beneficios y ahorrar costes
mediante la puesta en común de una serie de servicios y/o recursos económicos.
Las personas que acceden a ese fondo común están unidas entre sí por intereses
similares. Existe una simbiosis entre personas interesadas en acceder a unos
servicios, y otras que ponen interés en ofrecerlos. Ejemplos de economía
colaborativa son los alquileres vacacionales de habitaciones y de transporte
urbano.
Si
la economía colaborativa es una consecuencia de la irrupción de internet en la
vida doméstica, es precisamente porque es un modelo financiero que utiliza en
su beneficio el inmenso poder de las aplicaciones móviles y de internet. Las
personas que ofertan habitaciones o transporte, entre otras cosas, suelen
aparecer recopiladas en bases de datos online y plataformas, en las cuales los
consumidores que ya han aprovechado sus servicios pueden votar o emitir
valoraciones que ayudarán a otros clientes potenciales. Todo ello demuestra el
inmenso poder de internet sobre la economía global.
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