El objetivo de cualquier ahorrador
no es otro que obtener la máxima rentabilidad posible a sus aportaciones
monetarias. Y uno de los canales donde se producen sus actuaciones son las
cuentas corrientes. Pero, ante el escenario que presentan los productos para el
ahorro en estos momentos, es prácticamente imposible conseguirlo. Se mueven con
un interés mínimo, que normalmente no sobrepasa el 0,30% en el mejor de los
casos. No obstante, hay modelos definidos como de alta rentabilidad que baten
estos márgenes, hasta acercarse al 2%,
y que en las ofertas más agresivas incluso llegan al 5%.
No es una tarea fácil de logar
para la mayoría de clientes. Necesitan de un análisis detallado de todos estos
productos hasta alcanzar las cuentas que mejor remuneración ofrecen. Los bancos
emplean muchas y diferentes estrategias comerciales para llegar a esta meta. Desde referenciarlos a una imposición a
plazo, a requerir la nómina de sus clientes. Sin olvidarse, claro está, de
incentivar tramos en donde el interés sube sensiblemente, o directamente con el
incremento del saldo. Tampoco faltan las cuentas que generan esta
característica, sin tener que cambiar las condiciones del producto.
En la mayoría de los casos, están
habilitadas con exención de comisiones y cualquier otro gasto administrativo. Y
con una disponibilidad total por parte de los usuarios, y que les permiten
realizar todas las operaciones bancarias inherentes a las cuentas. Aunque la
mejor estrategia para comercializarlas, es que consigan igualar, e incluso
superar, la rentabilidad que generan en estos momentos los depósitos a plazo. Con
la ventaja añadida que no conllevan
ningún período de permanencia. Pueden cerrarse en cualquier momento, y sin
ningún tipo de penalización. Es su gran aportación con los usuarios bancarios.
Los bancos lanzan varios diseños que remuneran tus ahorros entre el 1%
y 5%
El modelo más agresivo,
precisamente porque es el que mayor interés ofrece actualmente, es el que
procede de Bankinter. Genera a través de su “Cuenta Nómina” una rentabilidad máxima del 5% desde el
primer año, con un saldo máximo para remunerar de 5.000 euros. Aunque el
requisito para acceder a esta oferta sea que tengas que domiciliar tu nómina.
No en vano, está destinada para nuevos clientes que aporten una nómina o
ingresos regulares desde 1.000 euros.
La diferencia con los restantes
diseños es notable, pero aun así, ING Direct incluye la “Cuenta Naranja” para
batir la rentabilidad media de estos productos. Su estrategia se basa, en que a partir del primer
ingreso te abren de forma automática el “Depósito Naranja” a 3 meses al 1,90%. Después,
y también de forma automática, el capital y los intereses generados pasarán a
tu cuenta, pero ya con una rentabilidad mensual menor, del 0,50%.
Utilizando este gancho comercial
de indudable eficacia, Oficina Directa opta por la “Cuenta Depósito”, para
proporcionar una alta remuneración a los clientes. En este caso, se caracteriza
por que la asocian a la “Cuenta Depósito Más” cada vez que realices una nueva aportación. Conseguirás una
remuneración especial del 1,50% a través de un depósito a 4 meses, con abono
mensual de intereses. Hasta un máximo de 150.000 euros. Al finalizar el plazo
de la imposición, el dinero se traspasa automáticamente a la cuenta, en la que
conseguirás una rentabilidad del 0,50%.
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