Hay infinidad de líneas de créditos, en los que se les aplican toda una variedad de tipos de interés, en los que pueden conseguirse mejores condiciones en su contratación, incluso bonificados en función de los productos formalizados con su entidad.
Pero lo que realmente hay que evitar es pagar las comisiones que pueden llevar en sus contratos, hay que buscar créditos sin comisiones. Entre las más habituales están las de estudio, apertura, cancelación anticipada y otras, que en cualquier caso llegan a encarecer el producto bancario en hasta un 3%. En la práctica supondría para sus demandantes un mayor esfuerzo para amortizarlos, y cuya cuantía habría que añadirlo a los tipos de interés aplicados por las entidades bancarias.
Al haber una oferta tan extensa en este tipo de producto, siempre quedará el recurso detectar alguno que esté exento de estos gastos. No en vano, permitirá que al final el desembolso sea sensiblemente menor. Incluso en los modelos que se contratan por Internet vienen confeccionados sin ninguna clase de comisión, y por tantos, con mayores ventajas para el cliente, que podrá elegir entre los muchos créditos que están comercializados bajo esta estrategia comercial.
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