Préstamos rápidos: ¿en que consisten?

Los préstamos rápidos son aquellos que se conceden con mayor rapidez, a través de un proceso muy ágil que no se suele durar más de 1 o 2 días. Están desarrollados para facilitar las necesidades de sus demandantes, para afrontar sus pagos más apremiantes. Desde el abono de sus recibos domésticos (agua, luz, gas, etc.), a finiquitar sus deudas ante terceros, entre otras finalidades.

Debida a las especiales características de estos productos bancarios, se comercializan bajo importes menos exigentes, entre 500 y 3.000 euros aproximadamente. Y que precisamente debido a la urgencia de su demanda propicia que los tipos de interés que les son aplicados, estén confeccionados bajo márgenes más elevados. Moviéndose en una franja que va del 8% al 15%, en función del modelo suscrito.

¿Cómo puedes financiarte?

Cuentan con plazos para su devolución muy flexibles, desde únicamente unos pocos meses y hasta un máximo de 5 años. Y en cualquier caso, sin bonificaciones como consecuencia de la mayor vinculación del cliente con la entidad. Otros gastos que habrá de tenerse en cuenta en el momento de firmar el contrato, son las posibles comisiones que genere este producto (estudio y apertura, principalmente), que puede encarecer su demanda entre un 1% y 3% sobre el importe solicitado.

También se caracterizan porque los requisitos para su concesión son menores. Con trámites administrativos muy limitados, en donde incluso no es necesaria la aportación de la nómina para que sea aceptada la solicitud. Bastan con incluir una cuenta corriente, y unos ingresos regulares que ayuden a respaldar la operación. Y por supuesto, no estar incluido en ninguna lista de morosos (ASNEF, RAI…).

Ofertas que ofrecen los bancos

Manteniendo estas constates comerciales, las entidades bancarias han elaborado una serie de propuestas que cumplen con estos requisitos. Y que siendo muy parecidas entre ellas, aportan alguna que otra diferencia que las hacen más sensible a las intenciones de los clientes para contratarlo. Desde este escenario, Unicaja aporta el Crédito Instantáneo, para importes de hasta 6.000 euros, y con 5 años como plazo máximo para su devolución.

Manteniendo esta estrategia comercial, Caja Laboral ha elaborado Dispón, un préstamo con garantía personal, que concede a los demandantes un importe mínimo a partir de 500 euros. Contarán, por otra parte, con un período de entre 1 y 5 años para devolverlo. Kutxabank ha optado por otro modelo diferente, que ha cristalizado en el Crédito 24. Permite retirar hasta 6.000 euros en los cajeros automáticos a través de sus tarjetas de crédito.

Desde plataformas financieras 

Otra alternativa para dotarse de préstamos rápidos procede de las plataformas financieras online, que cuentan actualmente con una amplia oferta en esta clase de financiación, y cuya concesión oscila entre 50 y 750 euros. Su formalización conlleva más facilidades para conseguirlo, con menos trámites administrativos, en donde su concesión solamente dependerá de que el cliente pueda responder de la operación, incluso a través de sus bienes. Aunque, finalmente, presentan unos intereses más expansivos, pero sin ninguna clase de comisiones o gastos adicionales.