Uno de los aspectos que puede encarecer la formalización de un crédito, es sin lugar a dudas las posibles comisiones que pueda conllevar el producto, y que puede ser de diferente naturaleza, y hasta con cuantías no siempre iguales.
Las principales comisiones que puedes encontrarte a partir de ahora en una línea de crédito, cualquiera que fuese su finalidad, son de estudio, apertura y amortización anticipada, entre otras. Conviene que lo tengas en cuenta cuando vayas a firmar el contrato.
Sus porcentajes irán en función de cada crédito, en una baremo que oscila desde un mínimo estipulado en el 0,50%, y que tiene como tope máximo el 3%. Siempre se requerirá sobre el importe demandado. Y serán unos de los gastos que tengas que afrontar cada vez que contrates uno de estos productos bancarios.
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