Seguramente que en más de una ocasión los usuarios hayan escuchado alguna información sobre los denominados créditos rápidos. Pero, ¿en que consisten estas fuentes de financiación. Para empezar, no ofrecen importes espectaculares, sino que casi siempre se mantienen por debajo de la demanda de 5.000 euros.
Las entidades que los comercializan aplican unos tipos de interés más expansivos, que pueden acercarte en muchas de las ocasiones hasta el 15%. Y frecuentemente sin comisiones ni otros gastos en su gestión o mantenimiento.
Pero si por lago se caracterizan estos productos bancarios es porque sus demandantes pueden obtenerlos más rápidamente, en no más de 1 o 2 días, incluso desde los cajeros automáticos. Y bajo condiciones muy particulares en su concesión.
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