A través de tu tarjeta de crédito dispondrás de una línea de financiación permanente, que te podrá ayudar a salir de más de un apuro. Normalmente te conceden un máximo que oscila entre 3.000 y 10.000 euros, en función del modelos suscrito.
Pero mucho cuidado, ya que estás expuesto a que tu nivel de endeudamiento se eleve considerablemente, al conllevar tipos de interés mucho más exigentes que a través de los formatos tradicionales en la concesión de un crédito.
No en vano, pueden aplicarte hasta un 25%, incluso más en algunas tarjetas. Eso sí, no necesitarás que con te lo concedan, porque desde el mismo momento de su concesión tendrás abierta esta línea de crédito a través de tu plástico de siempre.
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