Las técnicas para mejorar la
comercializar un producto, sea el que fuese, no solamente es una manera muy
eficaz para impulsar su producción. Sino que también forma parte de estrategia
real para invertir el dinero y rentabilizarlo en un periodo destinado al medio
y largo plazo. Por otra parte, hay otra modalidad de inversión que es
completamente diferente a estos planteamientos comerciales, pero que es
necesario ponerla de manifiesto en este contexto. Se trata de invertir los
ahorros en proyectos que se dedican al marketing y actividad relacionadas con
esta disciplina comercial.
Esta última variante, sin ser la
más importante, tiene mucho más que ver con el mundo de la inversión pura y
dura que con la comercialización de un producto o servicio. Asemejándose, en
cualquier caso, a ciertos productos que se contratan a través de los canales
financieros: bolsa, metales, preciosos, divisas, etc. Quizás suene raro a los
inversores más ortodoxos, pero es una alternativa que está habilitada para los
que deseen realizar oportunidades de negocios en cualquiera de los escenarios,
incluso en las más innovadoras. En este sentido, puede aplicarse esa antigua
máxima del prestigioso economista Keynes en donde alude a que “el dinero no tiene
fronteras”. Porque en efecto así es, incluso para el sector del marketing
comercial, tal y como se refleja en el blog de neil pate.
Inversión en marketing como apuesta empresarial
Uno de los momentos más oportunos
para canalizar este proceso se constituye cuando se crea una empresa. Surge
entonces la eterna pregunta sobre cuándo habrá que gastar en marketing y si
será suficiente. Esta partida puede representar un 2%, 5% o hasta el 20% del
presupuesto. Pero no de forma improductiva. Al contrario, con las miras puestas
en obtener un retorno superior al capital aportado a esta actividad tan
importante de la empresa. En algunos casos de indudable éxito, los beneficios
pueden disparase de manera muy notable y mucho más de lo que puedan creer
algunos empresarios con visiones de los negocios más limitadas.
Esta importante decisión se debe
tomar siguiendo planteamientos muy profesionales, en los que se estudie la
viabilidad de la penetración del producto o servicio entre los usuarios. No
puede dejarse a la improvisación ya que generaría una sensación de frustración.
Porque con toda seguridad no se llegarían a cumplir los objetivos. Es por todo
ello, por lo que la inversión en marketing no es fija, sino variable en función
de las necesidades reales de cada empresa o inversor.
En dependencia de los sectores en
donde esté ubicado el nicho de negocio, podrá aumentarse o disminuirse la
inversión. Hasta el punto que las líneas empresariales más agresivas pueden
excederse en la cuantía mínima de estas aportaciones al marketing de una
empresa. Es frecuente encontrarse con profesionales que ha invertido mucho
dinero, pero que tras años de actividad han conseguido notables rendimientos.
Condiciones para invertir en start up
Otras formas de inversión son
posibles. Son innovadoras y con un potencial de crecimiento tremendo. Tan
sencillo como a través de las start up. Son compañías
de arranque, incipientes o directamente emergentes. Están en la boca de todos
por su gran novedad. Pues bien, es la gran apuesta de futuro en el sector de la
inversión. No en vano, la gran mayoría de los inversores, no solamente aportan
dinero, sino experiencia y posicionamiento.
Pero
no de una forma filantrópica, por supuesto que no. Sus objetivos están
dirigidos a rentabilizar sus aportaciones, aunque asumiendo unos riesgos que
son evidentes. Hasta el punto que los retornos no se producen inmediatamente,
sino que hace falta esperar más tiempo. Pero con un potencial muy alto si su
comercialización se desarrolla positivamente. Por encima de otros modelos
empresariales debido a las peculiares características de estas nuevas líneas de
negocio.
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