Cuando llega cada verano son muchos los
estudiantes que se plantean realizar el viaje fin de carrera, pero también
otros tantos los que necesitan de su financiación para llevarlo a cabo. Todo
depende de la duración del viaje y del destino o paquete seleccionado. En muchos de los casos son los propios padres
o familiares quienes se encargan de financiarlo como recompensa al esfuerzo
realizado por los estudiantes durante los años de carrera.
Pero quienes no
tengan esta suerte tendrán que acudir a una entidad financiera para que les
puedan financiar esta actividad turística. Por suerte para ellos gran parte de
los bancos y cajas de ahorro cuentan con unidades de negocio específicas –las
líneas para jóvenes- que ofrecen préstamos en condiciones muy beneficiosos para
sus intereses y, que incluso llegan a proporcionarlos con un interés cero, con
plazos de amortización que no sobrepasan por norma general los doce meses.
Aunque por el contrario tienen que pagar comisiones por apertura y amortización
anticipada, que en algunos de los casos puede llegar al 3%, una de las más
elevadas que se pueden encontrar en el mercado bancario.
La otra alternativa
que tienen –menos atractiva- es acudir a los préstamos específicos, pero que
cuentan con unos tipos de interés que oscilan entre el 7% y 9%, es decir en
línea con los que ofrecen para sufragar otras actividades o segmentos sociales
y, que a no ser por su pequeño plazo de amortización –entre 3 y 6 meses- poco
se diferencian de otros productos crediticios. Por lo que respecta al capital
adelantado, puede llegar hasta los 12.000 euros, aunque lo habitual en la
actual oferta es que se encuentre en la franja de los 1.500 y 6.000 euros,
cantidad más que suficiente parta poder realizar el viaje fin de carrera.
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