Un reducido grupo de entidades
financieras españolas han apostado por comercializar créditos sociales
destinados a discapacitados, mayores de 65 o familias monoparentales y, que
permiten anticipar entre 3.000 y 18.000
euros, con unas condiciones más ventajosas que las que proporciona el
mercado crediticio tradicional, en algunos casos sin ningún tipo de interés,
además de no incluir en la mayoría de las ocasiones comisiones por su
suscripción.
En el mercado financiero actual se pueden
encontrar préstamos, que sin llegar a
constituirse en microcréditos, se constituyen como una vía de financiación
social dirigida a sectores como el de los discapacitados que necesitan de esta
liquidez o de otros segmentos sociales que tienen más difícil su acceso a este
tipo de créditos.
De momento no es una idea que haya calado fuertemente
entre los bancos y cajas de ahorro ya que la oferta que hay en estos momentos
está muy limitada y, de momento son pocas las entidades que han decidido
desarrollar estos productos, en unos casos para personas con discapacidad, en otros para mayores y, en la que
también están presentes las familias monoparentales.
Son productos con una excelentes condiciones de
contratación que adelantan hasta 18.000 euros, bien para que sus beneficiarios puedan
emprender una actividad económica, o para adquirir artículos necesarios para su
limitación física. También se caracterizan, porque en la mayoría de los casos, no conllevan ningún incremento adicional
en concepto de comisiones.
Algunas
entidades financieras, las menos en el panorama bancario actual, han decidido
acometer también un servicio de dependencia y asistencia para beneficiar a sus
clientes de mayor edad y, en la que en algunos casos se pueden solicitar
créditos en forma preferencial. Básicamente se compone de un conjunto de
servicios para mejorar la calidad de
vida de los mayores y ayudar a potenciar su autonomía personal.
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