Las
operaciones en bolsa conllevan una serie de comisiones que penalizan las
posibles plusvalías que pudiesen generar en las inversiones. En cada compra o venta de acciones os supondrá un importe que irá en
función del capital invertido, y por supuesto, de las tarifas impuestas por
cada intermediario financiero, que no siempre son las mismas. Para una
operación estándar, en torno a 8.000 euros, reportará un desembolso medio que
oscilará entre 10 y 30 euros. Aunque a través de la banca online se conseguirá que los márgenes sean más bajos, invirtiendo
cómodamente desde tu casa y a cualquier hora del día.
Pero
cada vez va siendo más habitual que los
pequeños inversores no se conformen con unas cuantas operaciones bursátiles al
año, sino que son muy activos, van al corto plazo y variando su cartera de
valores con tremenda agilidad. En estos casos, tendrán un desembolso mayor por
el incremento de sus operaciones, pagando una cantidad considerable todos los
años.
Pensando
precisamente en esta clase de clientes, los
bancos, y especialmente los brokers, han elaborado la tarifa plana para que
operen en los mercados bursátiles. Hasta hace pocos años, este concepto
comercial se aplicaba solamente en la contratación de servicio domésticos (luz
y telefonía, principalmente), y poco más. Pero las cosas están cambiando con
tremenda rapidez, y como no podía ser menos, también ha llegado al sector de
las inversiones, con propuestas muy agresivas que invitan al ahorrador más
activo a contratarla.
Tarifa a las que pueden acceder todos
los inversores
Si
bien no están comercializadas mayoritariamente, son los intermediarios
financieros y brokers quien se decantan por ofrecer esta tarifa a sus clientes.
Por un precio medio, que puede variar de 15 a 50 euros al mes, permitiendo que
sus suscriptores operen libremente en los mercados, sin restricciones en cuanto
al número de movimientos. El único
requisito que imponen es abrir una cuenta de valores con la entidad
encargada de comercializar este producto. Y a partir de este momento, ya
estarás en disposición de abrir y cerrar operaciones a tu antojo, sin pagar
ninguna comisión ni otros gastos administrativos.
No
obstante, no es un producto estático, sino que por el contrario se amolda al
perfil de cada inversor. Hay tarifas
planas solamente para operar en los mercados nacionales, y cuyo precio es
más económico. Si por el contrario, te decantas por las plazas internacionales,
tendrás a tu disposición otra clase de tarifa, aunque manteniendo las mismas
características que en la primera. Eso sí, tendrás que pagar más por tu cuota
mensual, en orden a 30 o 40 euros de media, pero eludiendo igualmente las
comisiones más expansivas que generan estos mercados bursátiles.
Se
trata de un producto, por otra parte, que no requiere de permanencia. Es decir,
los usuarios podrán darse de baja cuando
lo deseen, sin que esté penalizado este movimiento con ningún tipo de gasto.
Incluso, y ante la mejora de condiciones por parte de otras entidades, podrán
utilizar este privilegio para realizar un traspaso de su cartera de valores,
que será recompensado con gratificaciones en metálico, o directamente con un
porcentaje sobre el importe traspasado, que puede situarse entre el 2% y 3%.
En
cualquier caso, para rentabilizar este producto será necesario que estés en
disposición de afrontar muchas operaciones bursátiles, e independientemente del
éxito de las mismas. Y durante un mes entero, estando indicado para procesos
alcistas de las bolsas, y que tras obtener plusvalías en pocos días, podrás
pasar a la siguiente operación.
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