Uno de los mayores problemas a los que se enfrentan los
jóvenes emprendedores es para para obtener líneas
de financiación con las que puedan desarrollar sus proyectos empresariales.
Pero a su vez demandan que se los proporcionen con una serie de ventajas para
que sus ideas puedan trasladarse a la realidad, sin encarecer excesivamente sus
cuentas al inicio de su actividad mercantil. Este anhelo de este segmento
profesional es el que ha incidido para que los bancos hayan vuelto sus miras
hacia ellos, y les ofrezcan una variada oferta de créditos, en algunos casos
bajo condiciones muy favorables, para que puedan satisfacer sus necesidades
profesionales de forma rápida.
Principalmente están destinados para la creación de la
primera empresa, pero no se desestiman otras iniciativas más generales que
están abiertas a todos los emprendedores, sin excluirles por su edad, e incluso
incluyendo microcréditos. En cualquier caso se trata de préstamos que conceden importes máximos de 40.000 euros, aunque en
alguna propuesta muy puntual puede elevarse notablemente, concretamente hasta
600.000 euros. La exención mayoritaria
de sus comisiones es otro elemento diferenciador que presentan estos
créditos en su actual oferta. Y por lo que se refiere a su período de
amortización es bastante flexible al poderse finiquitar la operación entre 1 y
7 años.
No en vano, es en las primeras etapas cuando hay mayor
necesidad de contar con un colchón económico para hacer frente a la inversión
inicial, ante las posibles pérdidas que genere el negocio hasta que se instale
y desarrolle definitivamente. Sin embargo, el aporte económico no fluye en las
cantidades que demandan estos colectivos, que tienen que contentarse con importes
menos exigentes.
La mayoría de las propuestas bancarias están vinculadas a
un interés fijo que varía en función de cada una de ellas. Van desde las más
competitivas, con el 6% que generan los microcréditos a los que se encuadran en
una franja entre el 8% y 10% que aportan
los préstamos para emprendedores. Y sin incluir comisiones de ningún tipo
en la mayoría de los casos.
Destinados para la primera empresa
Los créditos para crear
la primera empresa son los productos que se han impulsado pensando en los
jóvenes emprendedores, incidiendo en que varias entidades hayan recogido su
demanda para desarrollar estas vías de financiación. Unicaja ha decidido
comercializar el “Préstamo Primera Empresa”, bajo el formato de crédito
personal para financiar los proyectos viables de sus clientes, concediéndolos un
importe de hasta el 80% de la inversión, con un máximo de 18.000 euros, y que
cuenta con un plazo de amortización máximo de 5 años. Una novedad que aporta para
abaratar los gastos de sus cuotas mensuales es vincularlo con otros productos para la empresa (seguros, cuentas
profesionales, tarjetas de negocios, etc.).
Dentro de esta
estrategia comercial, Santander ha puesto en marcha otra línea de financiación
similar a la anterior, y que atiende a la denominación de “Préstamo Inicio
Negocios”. No obstante, para demandar este producto es obligatorio disponer de
una cuenta corriente en donde domiciliar el pago de las cuotas del préstamo. Si
se aceptan sus condiciones, sus titulares podrán disponer de una financiación mucho más amplia, que llega
hasta los 600.000 euros, y con un plazo de amortización que oscila entre 1
a 7 años si el interés lo vinculan a tipo variable.
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