Los depósitos bancarios es un
producto destinado al ahorro que en estos momentos está ofreciendo una
rentabilidad insatisfactoria a los inversores. Así se pone de manifiesto tras
los datos publicados por el Banco Central Europeo (BCE) en los que se constata
que finales del año pasado los depósitos superiores a un año generaron un
interés del 0,14 %. No obstante, por medio de una serie de estrategias, los
usuarios están en condiciones de superar estos márgenes bancarios con cierta
suficiencia. Sin tener que renunciar a uno de los modelos más seguros que
pueden encontrarse en la actual oferta bancaria. ¿Deseas conocer que es lo que
tienes que hacer para cobrar más dinero con las imposiciones a plazo?
Primera clave: vincularlos a otros activos financieros
La forma más eficaz para
conseguir estos objetivos consiste en ligar el depósito a otros productos de la
inversión. Como por ejemplo, a la bolsa, fondos de inversión o incluso ciertas
materias primas. Porque si logran unas metas mínimas en su cotización pueden
acercarse a niveles en su rentabilidad cercanos al 5 %. Además, en caso de no
conseguirse siempre se garantiza un rendimiento fijo por lo cual nunca se
pierde dinero, aunque la evolución de los activos financieros no sea la
realmente esperada.
Segunda clave: aprovechar las ofertas para nuevos clientes
No cabe duda de que los depósitos
promocionales es una buena ocasión para impulsar el rendimiento de este
producto bancario. Con frecuencia, los bancos se encargan de comercializarlos y
con el único requisito de ser nuevo cliente. En la actualidad, se presentan con
un tipo de interés medio del 2 %, aunque su principal problema para
contratarlos se deriva del hecho de que los plazos de permanencia son muy
cortos. Entre 3 y 9 meses y sin la posibilidad de ser renovados a su
vencimiento. Además, están destinados para unas aportaciones monetarias no excesivamente
exigentes.
Tercera clave: alargar los plazos
Desde luego que es la estrategia
más tradicional de todas, aunque solo permite mejorar la rentabilidad en unas
cuantas décimas porcentuales sobre el interés inicial. En la práctica se
trataría de formalizar una imposición a 24, 36 o 48 meses. Aunque por el
contrario, habrá que analizar si merece o no la pena tener inmovilizado el
capital invertido durante tanto tiempo. Porque en buena parte de las ocasiones
conllevarán una comisión de cancelación anticipada que puede alcanzar el 2 %,
en caso de realizar rescates, parciales o totales.
Cuarta clave: domiciliar la nómina
Se trata de la nueva apuesta que
vienen desarrollando las entidades bancarias para elevar el interés de las
imposiciones a plazo. Con esta vinculación, los clientes bancarios están en
disposición de conseguir uno de los más altos rendimientos de este producto. En
concreto, hasta un 5 % en las propuestas más agresivas. En cualquier caso, se
trata de una imposición con un plazo de permanencia más corto a las restantes y
tan solo se aplicará sobre un saldo que raramente sobrepasará los niveles de
10.000 euros.
Quinta clave: contratación online
Utilizar las nuevas tecnologías
para formalizar el depósito tiene premio en las ofertas de todos los bancos. No
obstante, es el sistema que limita más la ampliación de la rentabilidad al
crecer el interés en tan solo unas pocas décimas porcentuales con respecto a
los formatos convencionales. Pero con la gran ventaja que esta actuación podrás
llevarse a cabo cómodamente desde casa u otro lugar a cualquier hora del día,
incluso por la noche o los fines de semana. Con mayor flexibilidad para elegir
las condiciones: importes, plazos o incluso la elección de otras divisas ajenas
al euro.
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