Esta remuneración al accionista
es una de las pocas oportunidades que tienen los inversores para contar con
unos ingresos fijos todos los años por encima del encarecimiento de la vida.
Con unos márgenes que pueden alcanzar el 7 % sobre el capital invertido y que
se materializa a través de una diferente periodicidad en los pagos
Muy frecuentemente los inversores
tienen que desprenderse de sus acciones o participaciones en fondos para hacer frente a sus problemas de
liquidez. Si sus posiciones en estos productos están en situación de plusvalías
puede representar una excelente operación para recuperar el capital invertido y
sus correspondientes intereses. Pero si fuera todo lo contrario, es decir que
estuviesen perdiendo dinero se estaría generando un grave problema que
solamente se subsanaría a través de un préstamo bancario destinado a la
inversión. Para satisfacer esta demanda, algunos bancos han confeccionado una
serie de créditos que cumplen con estas características.
Para los inversores que no quieran
deshacer posiciones en los mercados financieros solamente les quedará el
recurso de demandar un crédito personal. No obstante, será necesario constatar
si realmente merecerá la pena su solicitud. Al interés que aplican, entre el 7
% y 10 %, hay que añadir las comisiones y otros gastos en su gestión que pueda
conllevar la demanda. Hasta el punto de representar el 2 % sobre el capital
demandado. Será el momento de valorar si no es preferible vender las posiciones
en los productos de renta variable. No obstante, algunas entidades financieras
han habilitado una línea de crédito muy especial en la que se tiene en cuenta
estas necesidades de sus clientes.
El préstamo Credifondo es una
línea de crédito para clientes titulares de fondos de inversión que
comercializa Ibercaja. Está diseñado para financiar a los titulares de estos
productos y que por motivos fiscales u otras necesidades, no desean reembolsar
sus participaciones. Una de sus más importantes aportaciones es que permite
mantenerse en los fondos, pero con total. Con las ventajas fiscales que reporta
la antigüedad como titularidad de los mismos. Bajo un importe de 60.000 euros y
un plazo de amortización de hasta 8 años.
BBVA proporciona a las grandes cuentas préstamos flexibles
con plazos de entre 6 meses y hasta 3 años que se caracterizan por aportar una
garantía pignoraticia de acciones. Con el objetivo de aprovecharse de las
condiciones favorables de la bolsa. Aplican un tipo de interés por debajo del 5
% y exento de comisiones de apertura y cancelación anticipada.
Otro escenario diferente es el que presenta Bankia a través
de su Préstamo Inversión y Pensiones. Sirve para financiar las aportaciones a
planes de pensiones e incluso obtener las mejores ventajas fiscales por las
aportaciones realizadas. Como consecuencia de esta estrategia puede acceder a
una punta de liquidez dirigida satisfacer la demanda de los titulares que no
quieren cerrar sus operaciones. Como valor añadido contempla la posibilidad de
elegir un tipo de interés fijo o variable.
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