Las bolsas
internacionales parten desde uno de los niveles más altos de los últimos cinco años. Con revalorizaciones del 86 %, 32 % y 22 % en
el Dow Jones, Eurostoxx e Ibex, respectivamente. Ahora de lo que se trata es conocer
si durante este ejercicio podrá mantenerse esta tendencia o si por el contrario
las correcciones se instalarán en los parqués. De cualquier forma, habrá unos
parámetros muy fiables que determinarán su evolución durante los próximos doce
meses. ¿Desean saber cuáles los más importantes?
Crecimiento económico global
Las
previsiones para este año será uno de los motores que incentive o retraiga la
evolución de la bolsa, en función de las correcciones que vayan realizándose en
los próximos meses. En este sentido, el último informe del Fondo Monetario
Internacional ha elevado su proyección de crecimiento mundial hasta el 3,7 %.
Mientras que desde la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico mantiene la misma línea de crecimiento para la economía
internacional. Aunque apuntando a que la recuperación no es lo suficientemente
fuerte.
Por otra parte, el departamento de análisis de Bankinter avisa a que
la economía está inmersa en una fase de crecimiento que podría ser
prolongada. Ante este escenario, son partidarios de la renta variable como el
instrumento más rentable de inversión. En concreto, ponen el objetivo del Ibex
35 en torno a 11.000 puntos, un 9 % por arriba de los niveles actuales.
Expectativas empresariales
Los resultados
que presentan todos los trimestres las compañías cotizadas será un parámetro de
vital importancia para valorar el precio de las acciones. A falta de los
resultados del cuarto trimestre, los beneficios de las empresas que cotizan en
el Ibex 35 crecieron en 2017 en torno al 13 %. Con una ralentización con
respecto al primer trimestre en donde la actividad económica subió hasta el 20
%. No obstante, una de las preocupaciones de los inversores reside en cómo se
trasladará el efecto del problema catalán a las cuentas de las empresas en los
próximos meses. Hasta el punto que será una de las claves para condicionar el
camino que vaya a tomar el índice selectivo.
Reducción de estímulos monetarios
La política
monetaria a un lado y otro del Atlántico se conforma como de las claves para la
evolución de la bolsa en 2018. No obstante, muestran ciertas divergencias entre
ambas zonas económicas. Por una parte, la Reserva
Federal de Estados Unidos ha
decidido terminar el año con los tipos de interés por encima del 1 %, tras subirlos
un cuarto de punto. Se trata del cuarto incremento en el precio del dinero
desde que cambiase su estrategia económica. Para este nuevo año, se prevé que
continúe el proceso de retirada de estímulo, aunque será gradual tal y como
insisten desde la FED. Esta decisión no ha sido excusa para que el Dow Jones
hay subido un 25 % en este último año y se haya instalado en máximos
históricos.
En
la Unión Europea, por el contrario, el panorama es un poco diferente al seguir
con el precio del dinero en mínimos, en el 0 %. Desde enero, el Banco Central
Europeo recortará hasta la mitad la compra de deuda pública y privada que se
puso en marcha para potenciar la recuperación económica en la eurozona.
Propiciando que las bolsa europeas se hayan revalorizado casi un 30 % en los
últimos cinco años.
Evolución del precio del petróleo
Otro de los
focos en donde habrá que poner la atención es en los precios del crudo.
Cualquier desviación significativa al alza o la baja generará cambios bruscos
en las cotizaciones de los índices bursátiles. En el primer de los escenarios
porque creará tensiones inflacionistas en las principales economías
internacionales. Mientras que si cotiza por debajo de 40 dólares – como pasó
hace año y medio – crearía distorsiones en los países más vinculados a este
activo financiero. En cualquier caso, el precio medio del barril está situado
en torno a 65 dólares, con un incremento anual del 24 %. Las previsiones apuntan
a que el crudo suba cerca del 10 % en este año, según el último informe de
Goldman Sachs.
Elecciones en Italia y ¿en Alemania?
El factor
político también será determinante para que la renta variable tome uno u otro
camino en los próximos meses. En este sentido, serán de gran importancia las
elecciones que se desarrollarán en Italia el 4 de marzo. No puede olvidarse que
el país transalpino es la tercera economía de la Unión Europea, tan solo por
detrás de Alemania y Francia. Y la octava a nivel mundial con un Producto
Interior Bruto de 1.850.735 dólares. Cualquier resultado que genere
inestabilidad para formar gobierno tendrá repercusión en los mercados.
Por otra parte, la bolsa estará
pendiente de las negociaciones entre los dos partidos mayoritarios (CDU y SPD)
para formar gobierno en Alemania. Porque de no ser así estaría abocada a unas
nuevas elecciones en primavera. Con una señal de inestabilidad a los mercados
financieros porque podrían paralizarse los temas más urgentes dentro de la UE.
Este sentimiento es recogido tímidamente por el DAX germano que se ha dejado
casi un 1 % en su cotización durante el último mes.
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